Final
Pensaba que la última bitácora sería sobre las enfermedades tecnológicas, pero me encuentro a mí misma otra vez haciendo mi bitácora a último momento (para no perder la racha).
Las bitácoras a lo largo de este semestre han tomado varios papeles en mi vida, y su importancia iba cambiando de tonalidad con el tiempo. Al principio, eran solo la tarea para poder pasar la materia y algo que debía ser textualmente lo que vimos en clase, pero con el tiempo se transformó en mucho más que eso. Ahora es mi lugar más profundo de autorreflexión, donde puedo ser crítica sin criticarme realmente, y donde, incluso sin querer, veo cada tema que hemos tocado en el semestre en mi diario vivir.
Y en esta última bitácora, que decidí hacer escrita (aunque el profesor recomendó lo contrario), pero no sería yo si no usara mis palabras para describir todo en un texto, quiero recordar algunos temas y momentos del semestre en esta materia.
Esta fue una semana bastante agitada, hasta el punto de ganarme algunos enemigos en lo que la universidad llama “trabajos en grupo”, donde, gracias a Dios, puedo decir que jamás he caído en el sesgo de “pensamiento de grupo” para evitar peleas, sino todo lo contrario. Aunque la presión que el grupo tenga sobre mí sea gigante, si la idea no me gusta o el trabajo está en condiciones nada aceptables, siempre voy a decir lo que pienso y a hacer lo que tenga que hacer para que las cosas se hagan bien, aunque en el proceso gane algunos conflictos.
Y es este tema el que más voy a recordar: “los sesgos cognitivos”, los cuales me abrieron la puerta al autoanálisis, que antes confundía con la autocrítica, y que me mostraron que a veces nuestros comportamientos y pensamientos están completamente sesgados. Mi vida no es una “ley de Murphy”, donde, para mí, todo puede salirme mal (aunque al final siempre me sale bien), sino que estoy viviendo en el sesgo “pesimista”.
Y al igual que ese, hay muchos más que puedo aplicar y comparar en muchas áreas de mi vida, pero quiero mencionar otro tema que me impactó mucho también: la sociedad del rendimiento, que, como ya mencioné en la bitácora que le corresponde, para mí no es algo completamente malo.
La sociedad del rendimiento, aunque nos exige una productividad permanente y nos lleva a un agotamiento perpetuo, puede ser, en mi opinión, un camino que nos exige ahora, pero que más adelante nos dará la oportunidad de descansar en los frutos de nuestro esfuerzo. Como dice Haruki Murakami: “El cansancio nos hace más sabios: nos obliga a evaluar si el esfuerzo vale la pena”.
Y es gracias a estas bitácoras que me he dado cuenta de tantas cosas que simplemente pasaba por alto, porque, como dijo Cobos: “El futuro es de quienes logran concentrarse, y para concentrarse existen las bitácoras”.
Lo único de lo que estoy completamente segura ahora es de que voy a extrañar esta clase de una manera que nunca pensé extrañar una clase. Pero ¿cómo no hacerlo?, cuando fue aquí donde conocí un espacio donde se me permitía pensar de manera libre y donde, para aprender, no necesitaba memorizar, sino experimentar y vivir.
Y esta clase definitivamente será la definición de nostalgia, que, como dijo Milan Kundera: “La nostalgia es el deseo de volver, no tanto al lugar, sino al momento”. Y estoy segura de que en clases de cálculo añoraré estar en un lugar como Teorías 3 con el profe Cobos.
Por eso y por mucho más, ¡muchas gracias, profe!
AUTOEVALUACIÓN FINAL
Mi nota de autoevaluación es un 4.6, porque, aunque jamás me ofrecí para que leyeran mi bitácora, siempre me esforcé en escribirlas de una manera crítica y comprometida con cada tema.
En cada clase, por más cansada que estuviera, siempre me conecté de verdad con cada tema que Cobos o mis compañeros nos presentaban.
Puedo decir que después de esta clase no soy la misma, y es eso exactamente lo que buscaba la clase: hacernos pensar. Por ello, puedo decir que fui una buena estudiante, no solo porque nunca incité el desorden o la indisciplina, sino porque, aunque no siempre alzaba mi mano para participar, dejaba que cada clase hiciera un cambio en mí y me enseñara a ir más allá.
Así que gracias por todo, profe, por ayudarme a pensar y enseñarme a aburrirme.
Seguiré escribiendo, de eso estoy segura, ya que estoy a punto de entrar en un mundo diferente al de la comunicación y me sumergiré en la ingeniería, donde, estoy segura, hay miles de sesgos escondidos.
Así que, profe, por favor espere mi siguiente bitácora.
Comentarios
Publicar un comentario