BITÁCORA: PRIMER DÍA – Nicoll Diaz
BITÁCORA: PRIMER DÍA – Nicoll Diaz
Llegué demasiado cansada ya que venía corriendo a la clase
de Teorías de la Comunicación 3 porque no tenía idea de dónde estaba el
edificio D. Solo conocía cuatro edificios de la universidad, así que me estaba completamente
perdida. Pero finalmente, me sentí relajada cuando entré al salón y,
inesperadamente, vi a mis amigos. Le agradecí a Dios al darme cuenta de
que no estaría sola en esta clase, como en algunas otras.
El profesor se presentó y nos contó que también daba clases
en la Universidad Javeriana. Nos dijo que, como comunicadores, cada
materia debíamos verla no solo como una clase, sino que también como una
oportunidad para generar contactos, ya que la vida se maneja con
conexiones. Luego, nos propuso una actividad para conocernos mejor, la
cual no conocía, pero me pareció súper interesante. La dinámica consistía
en dibujar un reloj analógico en una hoja de papel y asignar una cita con una
persona diferente en cada una de las doce horas del reloj. Después de tres
minutos de agendar personas en cada hora, comenzamos con las citas, haciendo
preguntas, las cuales el profesor nos había dado.
Mi primera cita fue con Diana, una chica a la que había
visto antes, pero con la que nunca había hablado antes. Me pareció súper
carismática y le pregunté sobre sus vacaciones, descubrí que había ido a los
Llanos Orientales a disfrutar de tierra caliente, y yo le conté sobre mis
vacaciones.
En mi tercera cita, hablé con Santiago Manrique, quien me
contó que le gusta montar en moto y que había viajado hasta Medellín en ella en
sus vacaciones. Me pareció una actividad divertida, pero me hizo pensar
que jamás podría pasar tanto tiempo en una moto.
La cuarta cita fue con Mari, una chica a la que conocía
desde las inducciones del primer semestre, así que hablamos sobre nuestras
vacaciones y comparamos nuestros horarios para ver si nos encontrábamos en
alguna clase más.
En la quinta cita, conocí a Luna, cuyo estilo me encantó,
pero lo único que alcanzamos a compartir, dado el tiempo limitado que teníamos
para la conversación, fue que ambas estamos solteras.
Thomas fue mi compañero en la sexta cita. Me contó que
lleva cinco años en una feliz relación y que pasó tiempo de sus vacaciones en
Puerto Rico. Me impresionó su capacidad para mantener una relación por
tanto tiempo.
La séptima cita fue un poco diferente, ya que no se trataba
de hablar, sino de descubrir quién era la otra persona viendo su "para
ti" en alguna red social. Aquí conocí a Gabriela, quien me mostró su canal
de YouTube y descubrí que le gustan los blogs del día a día y las teorías
conspirativas, y ella al ver el mío, donde encontró que me gusta ver casos
criminales, nos dimos cuenta de que tenemos un “para ti” un poco similar.
Luego, en mi octava cita conocí a Santiago, quien me comentó
que recientemente había leído "De mi para mí”, y después me contó que le
gustan los libros de autosuperación y psicología.
En mi novena cita conocí a Cata, quien tiene un perrito
llamado Copito. Me contó que cuando llegó, era completamente blanco, pero
con el tiempo le salieron manchas cafés en su pelaje, pero después de tanto
tiempo ya no le podía cambiar el nombre.
Mi décimo primera y décimo segunda cita fueron con dos
personas que ya conocía. Primero me encontré con Julián, quien es mi amigo
desde el semestre pasado ya que compartíamos escritura juntos, además de que
pertenecemos al mismo círculo de amigos. En el tiempo de nuestra cita, me contó
que en vacaciones se quedó en Bogotá, pero que salía bastante a lugares
cercanos para encontrase con amigos que también estaban en Bogotá. Por otro
lado, en la siguiente cita hablé con Sofí, a quien conocí en inducciones, y como
siempre su carisma fue gratificante y relajante, en el tiempo que tuvimos para
compartir, me comentó que en vacaciones estuvo descansando en su casa.
Aunque no recuerdo con claridad algunas citas, o simplemente
eran con personas que ya conocía de semestres anteriores, la actividad me gustó
bastante, ya que me permitió conocer a varias personas y disfrutar un poco más
el inicio de clases.
Luego de la actividad, el profesor nos pidió que pasáramos
uno por uno al frente del salón para presentarnos ante todos con nuestro
nombre, carrera, que nos habían dicho sobre la materia y expectativas de la
clase. Allí me di cuenta de que varios compartíamos el hecho de que no habíamos
recibido información sobre esta clase, pero también aprendí, gracias a mis
compañeros y sus presentaciones, que esta clase se enfocaría en las diferentes
teorías de la comunicación, pero más aplicadas a la actualidad tecnológica en
la que vivimos hoy. Además de que en el momento en que cada uno se de nosotros
se estaba presentando, aquellos compañeros que estaban sentados tenían la
oportunidad de compartir datos interesantes que supieran de quien se estaba
presentando en el momento, lo cual nos hizo reír con algunos datos graciosos.
Finalmente, el profesor compartió una anécdota sobre su
época en el colegio. Nos contó que lo único que recordaba de su clase de
química era que nunca se debe mezclar ron con Coca-Cola, porque provoca guayabo
al día siguiente. Esta anécdota era para explicar una pirámide de
aprendizaje, donde mostraba que, con la lectura, después de 2 semanas solo
retendrás el 10% de la información, al contrario de hacer actividad pura, como
obras de teatro o simular experiencias reales, donde el 90% de la información
se quedará con nosotros, esto lo hizo para ejemplificar el cómo a veces en las
diferentes clases se enfocaban en hacernos memorizar la información, mas no nos
ayudan a aprenderla y recordarla a largo plazo, que es lo que el profesor hará
en su clase, ayudarnos a aprender las diferentes teorías de una manera más
didáctica para que la información que tengamos de esta clase nos acompañe de
manera continua.
Comentarios
Publicar un comentario